La astronauta acusada del primer delito en el espacio: el extraño caso de Anne McClain
La historia que alguna vez generó titulares en todo el mundo finalmente llegó a una conclusión clara: la astronauta Anne McClain, acusada en 2019 de cometer el supuesto “primer delito en el espacio”, es completamente inocente. La justicia estadounidense confirmó que la denuncia que la señalaba por acceder sin permiso a una cuenta bancaria desde la Estación Espacial Internacional (ISS) no solo era falsa, sino que fue inventada por su exesposa, Summer Heather Worden, quien ahora enfrenta cargos federales por mentir a las autoridades.

Worden, exoficial de inteligencia de la Fuerza Aérea, reconoció ante la justicia que presentó acusaciones basadas en información falsa. En su declaración, admitió haber afirmado de manera incorrecta que McClain había ingresado a su cuenta personal de forma ilícita mientras se encontraba en órbita, a más de 400 kilómetros de la superficie terrestre. En aquel momento, la denuncia llamó la atención internacional porque representaba, en teoría, el primer acto delictivo registrado fuera del planeta. Sin embargo, la investigación reveló una verdad muy distinta.
El caso comenzó cuando Worden acusó a la astronauta de haber adivinado su contraseña para entrar en su banca online en enero de 2019. Esa acusación activó a la Comisión Federal de Comercio y a la Oficina del Inspector General de la NASA, que iniciaron una revisión exhaustiva del incidente. No obstante, los documentos oficiales y el análisis de los accesos demostraron que Worden había otorgado a McClain las credenciales bancarias desde 2015, cuando ambas compartían la administración de sus finanzas familiares.
Desde que la denuncia se hizo pública, McClain insistió en que tenía autorización para revisar la cuenta. Graduada de West Point, veterana de la guerra de Irak y una de las astronautas más reconocidas de su generación, la integrante de la NASA sostuvo que únicamente supervisó las finanzas para asegurarse de que la hija que compartían tuviera cubiertas sus necesidades. Según su defensa, todo lo hizo con pleno conocimiento de su entonces pareja.
A través de sus abogados, McClain negó “enérgicamente” haber cometido “algo indebido” y colaboró en todo momento con los investigadores. El caso nunca afectó su desempeño profesional, pero sí generó una ola de especulación mediática que ahora queda desmentida por completo con el fallo judicial.

En abril de 2020, los fiscales acusaron formalmente a Worden de proporcionar información falsa sobre la fecha en que abrió su cuenta bancaria y el momento en que cambió sus credenciales. Esa manipulación de datos fue clave para sostener su versión, hasta que los investigadores demostraron lo contrario. Hoy enfrenta una posible pena de hasta cinco años de prisión y una multa que podría llegar a los 250.000 dólares. Su sentencia será dictada el 12 de febrero de 2026.
Mientras tanto, la carrera de McClain siguió avanzando. Incorporada a la NASA en 2013, es aviadora con más de 2.000 horas de vuelo y una de las astronautas más capacitadas de la agencia. Su regreso a la Tierra en agosto de 2025, tras comandar la misión SpaceX Crew-10, marcó otro hito profesional. Esa misión permitió traer de vuelta a los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams, que habían quedado varados durante nueve meses en la ISS debido a un fallo en la nave Starliner de Boeing.
Con las nuevas evidencias y la confesión de Worden, el caso queda cerrado: Anne McClain jamás cometió delito alguno en el espacio. Lo que alguna vez fue un titular llamativo hoy se esclarece como una acusación falsa que puso en duda la reputación de una astronauta reconocida, pero que finalmente fue reivindicada por la justicia y por los hechos comprobados.
